EMPEZAR A SER

Vuelvo a escribir. Un 27 de Diciembre de 2023. Me siento tan diferente y tan igual al mismo tiempo.

Mi cabeza por fin se encontró con todo aquello que alguna vez quise olvidar, con todo lo que en aquellos tiempos de infancia no podía entender, cambiar, resolver. Tengo 43 años y hoy, ayer, estos meses han ido en caída libre, por primera vez he sentido la posibilidad de caer en una crisis nerviosa donde mis sentidos y mi razón explotan, voy tratando se vivir de a poquito, tratando de respirar, tratando de que el mundo no me coma de un solo bocado, dejándome sin nada porque vivir. Prendo una vela, y siento alivio, como si la luz guiara a mi alma hacia un lugar de paz. Respiro y solo encuentro mas agitación, dolor de cabeza, temblor en el ojo y la imposibilidad de saber para donde caminar, hacia donde moverme, que pensar, que sentir. Quizá porque en este momento pienso todo a la vez, siento todo a la vez, camino para todos lados y al final no muevo ni un solo centímetro de mi cuerpo. 

Quedo devastada por la realidad, mi realidad. La interna, la que construí hace muchos años con lo poco que sabia del mundo y lo mucho que veía en mi hogar. Esa realidad sombría, temerosa, castrante y llena de miedo y soledad. Una mama alcohólica y un papa ausente me mostraban un futuro caótico al que sabia, que alguna vez iba a llegar. Era incuestionable porque incuestionable era la voy y actuar de los adultos de aquella época de lagrimas escondidas, soledad, resignación doliente, impotencia, caos y muchísimo dolor. 

Las palabras "Ojala nunca crecieran porque la vida de adultos es terrible" me dieron la oportunidad de disfrutar mi niñez, esperando por mundo ruin de la adultez en algún momento. Y ese momento llego, lo puedo ver en mi esquema interior. Sin embargo la vida afuera supera todo lo que pensé que seria, un trabajo donde me respetan, un mundo donde yo puedo crear mi realidad, tranquilidad, calma y sin embargo. mi interior sigue esperando el caos, sigue negando la posibilidad de un mundo mejor. Estoy muriendo lento entre la agonía interna de todo lo que sabia que seria y el mundo externo donde no lo es. Este punto es el que me tiene en el vértice de la locura. Tengo muchos problemas que resolver, no se administrar el dinero por lo que siempre falta, no se como comportarme con una pareja por lo que no tengo, no se que pienso en realidad y lo que se que pienso es casi seguro que nadie lo piensa en el exterior... Bla bla bla... Caos. 

Se que solo necesito soltar todo lo que construí. He ido a psicólogos, terapeutas, retiros, libros. Todo me ha servido para vivir maravillosamente aquella vida que podía construir... sin embargo nada me alejo de todo lo que sabia que algún día iba a llegar. Y evidentemente llego. Por que así lo decidí de niña, porque así lo construí de niña, porque así lo sentí y lo supe por todo lo que vi. Ahora, que soy un adulto, Trato de contener a aquella niña pero yo adulta sigo siendo aquella niña y es entonces donde no se que hacer.  Que debo hacer

Siento como, la adulta que se formo desde aquel vacío interno es ...  mas bien soy ...un cuerpo aleatorio  formado de todo lo que se, y no se, de todo lo que creo y no creo... haciendo lo que puede sin ningún tipo de dirección, que mi mente es en gran medida una construcción ilusoria, un escaso reflejo de mi ser y un montón de discursos guiados por aquella energía que logro sostenerme durante tantos años, que me dio camino y discurso, forma y color... como pudo, con lo que pudo. pero que sabe que no es mas que una energía somera, acaso una ilusión ayudándome a sobrevivir, Es el maravilloso y divino ego que surgió cuando no había nada hay. Y es que no había nada ahí para crecer y florecer. Mi niña se estanco en el miedo y el ego ayudo a que la vida caminara. 

Hoy aquí, me gustaría saber que hacer. Como cambiar la idea del futuro a la niña que lo construyo, como darle una nueva visión mas real, mas cercana a lo que ES, como encarnar a la mujer que me esta esperando   y como llenar ese espacio entre ambas con amor, aceptación, luz divina y aprendizaje. 

La mujer que soy, debe amar y cobijar a la niña que fui. entregar todo lo que soy ahora (Este caos, incertidumbre, miedo, dolores de cabeza, comportamientos erráticos, dudas, ego aflorando, terror de cometer errores, terror de que me quiten todo y me quede sin nada, terror, terror, terror) entregar el presente  a la divinidad mientras me ocupo  del hoy, del aquí
y del ahora de la niña que fui. 

Así se cumple el trinomio perfecto. Yo cuido a la niña interior.  A mi me cuida la divinidad. y la divinidad es devuelta a mi niña interior.  












Comentarios

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Aproximacion..

Adios a ti.

Asi es.