Despues del huracan

Nunca he sido "formalmente adicta" a ninguna sustancia, así que para la sociedad, soy un ciudadano que no ha caído en la trampa de la sociedad, sin embargo, me considero una persona intensa que se encuentra a menudo, en la linea que divide el disfrute, de la sobre-exposición.

Siempre asumí que este comportamiento era, parte de mi carácter, de mi personalidad, que existía un mucho que decir de los genes, y un poco de el aprendizaje.

Ahora creo que, aunque es verdad, no lo es, de primera instancia.

Ayer me sucedió algo sumamente extraño y al mismo tiempo, evidente, no podía dejarte ir, quería verte, quería escucharte... te decía como siempre, que lo nuestro había acabado y sin embargo cuando era momento de actuar según mi decisión, no lo podía, ni quería hacer...

Te parabas enfrente de mi y era inevitable resistirme a tu presencia, me decías palabras y era casi imposible no creerte y caer en este juego interminable... se que no me haces bien, que no confió en ti, que no te conozco y que no eres el hombre para mi... y sin embargo... volvía a ti.

Como una adicción, como esa sustancia que sabes que te hará mal, pero que, en el momento es, demasiado atractiva para resistirte.

Tras estos episodios que me dejaban con una sensacion de revolución interior, de ansiedad, de des control mental y emcional.. y sobre todo con una sensacion de sentirme ajena a mi, descubrí que esta vorágine de emociones, nada tienen que ver contigo... sino conmigo.

Intente revisar mi situación y mi estatus, y descubrí lo que hace la mente, cuando se siente vacía, sola, y sin ningún tipo de estimulacion, lo que hace el corazón cuando no encuentra una verdadera razón para continuar, para levantarse por las mañanas y lo que hace el cuerpo cuando no tiene una verdadera razón para caminar, y la confusión del alma, cuando se encuentra encerrada dentro de la cárcel de el sinrazón.

Entonces busco con desesperacion a que aferrarme, al no encontrar nada dentro de mi, entonces te encuentro a ti, que dices y haces todo lo que me hace sentir viva, presente ...

Y entonces mi vida, mi control y mis emociones... dependen de ti, y así, es imposible dejarte ir, porque al irte tu, se va mi única razón para levantarme en las mañanas, de arreglarme y de intentar buscar sentido a la existencia...

Y vivir así, no es vivir ... al menos no de la manera.. que yo sueño vivir.

Así que al menos por hoy, he decidido verte como mi adicción, esa que se encuentra presente y real en mi, pero que no me controla... y empezar, de a poquito ... a encontrar razones suficientes dentro de mi, en cada uno de mis actos, pensamientos y sentimientos , que me dejen entre ver que todo este juego de vivir... tiene mucho mayor gozo... del que me puede dar... aferrarme a alguien ajeno a mi.